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Cómo sanar las heridas de la infancia para brillar en el presente

Un trauma es una herida en tu interior: en tu sentir, en tu cuerpo, en tus reacciones, en tu corazón - que surge a partir de experiencias dolorosas en tu historia de vida.

Afortunadamente existen enfoques psicoterapéuticos especializados: la terapia informada en trauma puede ser para ti ese faro de luz que brinda esperanza en tu recuperación, sanando el pasado para crear una vida en plenitud en el presente. Si has probado otros enfoques de terapia u otros tratamientos y sientes que no te han ayudado a llegar a la raíz del problema y los síntomas vuelven, ésta puede ser una opción para ti. Aquí te explicamos por qué.


1. El sufrimiento que se calla y se invisibiliza

“Un trauma no es algo malo que te pasó, es lo que ocurrió dentro de ti a partir de lo que te pasó .” - Dr. Gabor Maté

Solemos escuchar que un trauma es un evento devastador, una catástrofe, una experiencia muy dolorosa. Y si bien, estos eventos son traumas potenciales, no son el trauma en sí. La palabra "trauma" viene del griego y significa "herida".

Hay varios factores que influyen en que una persona desarrolle un trauma. Algunos de ellos son:

  1. La soledad: Se sabe que una experiencia tiene mayor potencial de ser traumática, si la persona no cuenta con personas a su alrededor que le ayuden a cuidar, proteger y reparar del daño que ha vivido con empatía, compasión y calidez. Contar con personas con quien conectar durante y después de una experiencia dolorosa, es primordial para poder seguir adelante. Cuando vivimos experiencias dolorosas en soledad, el trauma y el sufrimiento son más probables, afectando el bienestar y la calidad de vida. Además, contar con personas de apoyo y amor es un potente protector contra los traumas.

  2. Pocas herramientas emocionales: Si no tenemos "músculo emocional", es decir actitudes, creencias sobre uno mismo, los demás o la vida, o estrategias de gestión emocional para afrontar situaciones difíciles, es más probable que nos sintamos poco preparados para lidiar con el estrés.

  3. Experiencias adversas en la niñez: Cuando hemos vivido experiencias adversas en la infancia y/o adolescencia (como el abandono, rechazo, negligencia, abuso, violencia, bullying, etc.) y además, las vivimos en soledad y desprotección, es más probable que tendamos a desarrollar un pobre concepto de quienes somos, menos estrategias para gestionar nuestras emociones, así como dificultades para relacionarnos sanamente con otros.



Un trauma puede surgir a partir de cualquier experiencia que hayas vivido que haya sido dolorosa, sin importar si es algo culturalmente normalizado, o si ha sido parte de cómo te criaron. Aún y que otras personas puedan culparte, minimizar, negar una experiencia que viviste, solo tú sabes el dolor y el sufrimiento que cargas contigo y cómo sigue influyendo en tu presente. Pero, ¿Cómo se vive un trauma?, ¿Qué síntomas indican que llevas cargando heridas contigo?


2. Aprende a detectar cómo tu cuerpo guarda la memoria de tu historia de vida

Conforme vamos creciendo, el cuerpo va guardando información de aquello que hemos percibido: tanto las amenazas o peligros a nuestra integridad física y emocional; como de la seguridad, la confianza y la conexión que sentiste. Es bien sabido que la infancia y la adolescencia son los periodos de vida de más vulnerabilidad, porque somos dependientes de nuestros cuidadores y nos encontramos en formación de nuestra identidad, nuestra forma de vincularnos, de entender nuestro cuerpo, nuestra mente y el mundo en el que vivimos.


“Sentirnos vistos, escuchados, amados, apreciados por quienes somos, conectados con los demás, genera en el cuerpo un estado de seguridad, confianza y calma - y eso es la base del bienestar y la salud emocional".

Cuando nos sentimos rechazados, excluidos, desconectados de otros o de nosotros mismos, o bien si solemos rechazar quienes somos, hablándonos con desprecio, puede ser síntoma de que atravesaste experiencias muy dolorosas y que te siguen afectando en el presente.


Algunas formas en las que nuestro cuerpo demuestra que guarda memorias muy dolorosas es a través de:

  • Insomnio o problemas en el sueño

  • Enfermedades y dolencias físicas

  • Desconexión del cuerpo

  • Dificultad para sentir, que puede verse como búsqueda de sensaciones intensas

  • Tener comportamientos adictivos

  • Aislamiento

  • Incapacidad de sostener la motivación y los objetivos

  • Dificultad para regular las emociones

  • Tener reacciones muy agresivas, impulsivas, violentas

  • Tener reacciones muy pasivas, de paralización, sin comunicar lo que uno piensa o siente

  • Tendencia a huir del conflicto o situaciones difíciles o incómodas

  • Intolerancia al malestar, las sensaciones físicas, la frustración

  • Pocas ganas de empezar el día y activarte

  • Problemas de memoria

  • Desintegración de tu identidad y tu forma de vincularte con otros


¿Te identificas con alguno de estos síntomas? Si bien hay múltiples formas en que nuestro cuerpo puede experimentar las secuelas de un trauma, es clave que los reconozcas para que puedas buscar ayuda - te mereces vivir una vida significativa que disfrutes plenamente.



3. Es posible sanar las heridas de tu corazón

Todos los seres humanos llegamos a este mundo con una luz interior, con dones, virtudes, talentos, una esencia única y auténtica que iremos desarrollando y descubriendo su potencial a lo largo de la vida. Entender cómo recuperar esa esencia, tu cuerpo, tu autenticidad, tu conexión con el momento presente y con los demás para que puedas vivir -y no solo sobrevivir en piloto automático, es solo una parte del camino. Una vez que ganamos comprensión profunda de por qué nos ocurren ciertas dolencias, podemos transformarlas.


Beneficios de la terapia informada en trauma

La desesperanza de no ver avances en tus procesos de crecimiento personal es por de más frustrante, especialmente cuando ya hemos llevado terapia con pocos resultados. La terapia informada en trauma es un enfoque terapéutico especializado en detectar los efectos que las experiencias dolorosas en tu historia de vida tienen en tu presente. Esto es primordial para poder sanarlos, resignificarlos y encontrar quién eres auténticamente más allá de tu historia de vida. Honrar tu cuerpo, aprender a cuidar de ti física y emocionalmente, así como cultivar y sostener relaciones saludables son bases importantes en este proceso.


a. Dejar atrás tu pasado --> esto se hace a través de reprocesar aquellas experiencias dolorosas, es decir, reorganizarlas en tu cerebro, quitándoles la carga emocional intensa para que tu mente-cuerpo deje de revivirlo como su presente.

b. Cambios en las reacciones del cuerpo --> cuando esas experiencias se reprocesan, tu cuerpo deja de reaccionar como si ese evento estuviera ocurriendo en tu presente, con lo cual puedes actuar de una forma más consciente, compasiva, calmada, conectada contigo y los demás - más sana.

c. Empoderamiento y resiliencia --> al dejar atrás tu pasado, puedes vivir sin la carga de ese dolor, lo cual te llena de poder, fortaleza, resiliencia y te permite enfocarte en el presente, en tus metas, en vivir la vida que deseas.


PIDE AYUDA

¿Qué estás esperando? Recuerda que hay esperanza: puedes vivir una vida más plena y en sincera conexión contigo para poder ser y estar con los demás, guiada por un propósito que le dé sentido a cada etapa de vida que transites.


Mtra. Marcela Salazar

Psicoterapeuta informada en trauma & Neuropsicóloga

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